La asociación de vecinos advierte de que se está incumpliendo e PEPRI que obliga a reutilizar todo el pavimento anterior
La asociación de vecinos del casco vello de Cangas, Fonte Garita, ha puesto el grito en el cielo con la ejecución de la obra que se está llevando a cabo en la rúa Estrela, junto a la excolegiata y acusa al gobierno local de estar cometiendo un acto de “destrucción patrimonial”. Llegan a esta conclusión tras observar en el tiempo cómo la empresa contratada no está cumpliendo el proyecto de remodelación del arquitecto Luis Gil Pita, algo que ya pusieron en conocimiento del gobierno local, sin que este recondujese la situación. Tras una asamblea de urgencia, optaron por alertar de que “se está alternando la piedra original con otra de nueva fabricación, perfilando y cortando con la radial la piedra vieja para adaptarla a las nuevas piezas cuando el comportamiento correcto es de respeto por el elemento patrimonial”. “Da a entender que las losas retiradas no son suficientes, algo que no es cierto”, aseveran desde el colectivo vecinal.
Denuncian, además, que los adoquines retirados y que el Plan Especial de Protección e Reforma Interior (PEPRI) obliga a desmontar el pavimento antiguo para preservarlo y reutilizarlo después con las mismas características. Sin embargo, desvelan, “se apiló en un depósito mezclado con tierras y escombros de obra”. “Esto demuestra la consideración de estos elementos como residuos y no como materiales a reutilizar como establece el PEPRI”, consideran insistiendo en que el proyecto de Gil Pita que en su momento mostró el Concello sí contemplaba dicha reutilización. “Consideramos que con esta obra el casco histórico de Cangas pierde el único pavimento mixto y en lugar de apostar por recuperarlo y dejarlo en condiciones de uso, se optó por la solución fácil”, concluyen.
La obra donde se halló el busto femenino
La obra a la que se refieren los vecinos del casco vello es la misma en la que el pasado mes de abril se encontro un busto femenino de piedra durante la excavaciones y del que no se tuvo noticia hasta que el PP lo desveló en el pleno. El gobierno local aseguró que desconocía tal hallazgo y negó que lo hubiese ocultado en una vivienda del entorno para evitar que se ralentizasen los trabajos. Este hecho levantó una polvareda política, paralizó las obras y obligó a intervenir a la Dirección Xeral de Patrimonio, cuyos técnicos se desplazaron hasta el lugar para recabar datos y determinar su origen histórico y su valor.
Desde entonces nada más se supo de esta escultura de estilo gótico y en buen estado de conservación.