Este joven fue pillado a primera hora de la mañana descansando en la hamaca de tela enganchada en dos árboles de gran porte en zona de espacial protección y, pese a que se libró de la sanción alegando que estaba más cómo ahí que en el coche, recriminó al agente que le despertase tan temprano.

Policía Local y técnicos de Medio Ambiente notan un aumento de pernoctaciones en la arena. Sancionaron en Liméns, Barra y Areabrava

No se puede acampar en la playa. Una prohibición conocida por casi todo el mundo, pero que cada vez desafían más turistas cuando se acercan a conocer los diversos parajes naturales de Cangas. Los encargados de velar porque la normativa se cumpla notan este verano un incremento de las pernoctaciones en arenales y zonas protegidas y eso que las multas no son nada económicas. Pueden llegar en las áreas de competencia municipal hasta los 3000 euros y hasta los 200.000 cuando la infracción se cometa en zona de especial protección. En la mañana de ayer la Policía Local denunció a una pareja de ciudadanos portugueses que se encontraba en el interior de una tienda de campaña sobre la arena de Liméns, pero esta solo es la última de una larga lista desde que comenzó la temporada estival a principios del mes de junio. Lo mismo en Areabrava. Pero no son los únicos y, aunque puedan pensar que esto es cosa de jóvenes, tampoco existe un perfil. 

Acampada sancionada este verano sobre las dunas de Barra.

Los técnicos dependientes de la Xunta encargados de velar por la protección de las zonas incluidas en la Rede Natura 2000 en la zona de Cangas (Nerga, Barra, Donón y Melide) y Bueu (Cabo Udra) llevan desde entonces una buena cartera de sanciones tan grande como la de excusas. La más recurrente, la de que solo ha sido una noche y que no volverá a ocurrir. Pero como esto no va de confiar, junto a la cara receta reciben también la orden inmediata de levantar el tinglado completamente y dejar el entorno como se encontraba.

El motivo de este incremento en esta temporada estival no está claro. Hay quien lo achaca a la subida de los precios de los hoteles. Otros prefieren achacarlo al morbo romántico de dormir en plena naturaleza junto al mar y también están los que manifiestan no estar al tanto de la ley para a continuación prometer que no volverá a ocurrir. 

LOS PERROS

Es la última playa de Cangas, la de As Lagoelas. Una calita pequeñita en la que estos días disfrutaban las familias y sus mascotas. 

Si las playas y áreas protegidas del Morrazo no son lugar para pernoctar, tampoco lo son para los animales. Entre el 1 de junio y el 30 de septiembre ni Cangas ni Moaña tiene arenales en los que esté permitido acudir con perros, a excepción del situado en Massó. Sin embargo, y a juzgar por lo que ocurre, esto resulta casi anecdótico. Muchas familias pasan el día con sus mascotas sin percatarse de que hay otras a las que les molesta su presencia y a las que avala la ordenanza. En el caso de Cangas, son los socorristas los encargados de apercibir e informar en un primer momento de que el animal no puede estar en la playa pero hay ocasiones en las que irremediablemente tiene que acabar interviniendo la Policía Local.

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