La Guardia Civil, a través del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) ya ha entregado a la Fiscalía las diligencias resultantes de la investigación por la muerte de la perrita ‘María’, la mascota de un moañés que pereció cinco días después de que fuese atacada por un can que, pese a no estar catalogado como de raza potencialmente peligrosa, sí que podría considerarse así por sus características físicas. Así se argumenta en la documentación presentada en instancias judiciales a través de la vía penal, aunque ahora será un juez quien lo determine.
Mientras tanto, el animal, de raza Akita Americano, permanece internado en una residencia canina a disposición judicial. Su futuro y también el contacto con su propietaria dependerá de cómo termine este proceso.
En cualquier caso, y según fuentes cercanas a la investigación, estas diligencias solo corresponden a la denuncia de Javier Santomé por supuesta agresión a ‘María’. En el caso de la segunda denuncia presentada en Moaña por la madre de un menor que también, supuestamente, fue mordido por el mismo animal un día después se tramitan paralelamente aunque se entiende que serán sumadas a la causa, si así se considera en sede judicial.
Desde el Seprona consideran que, presuntamente, la propietaria del perro pudo incurrir en un delito de maltrato animal.