La Asamblea aprobó el presupuesto con los votos a favor de todos los partidos participantes a excepción del PP cuyos concelleiros votaron en contra
24 votos a favor y 10 en contra, los de los concelleiros del PP que participaron en la Asamblea en la tarde del viernes y que decidieron decir no a las cuentas de la Mancomunidad do Morrazo para este 2020. A pesar de ello, el apoyo del resto de partidos de Cangas, Moaña y Bueu sí refrendaron los presupuestos que ya están en vigor y cuya primera muestra de ello será la rúbrica del convenio entre este ente comarcal y Fecimo para poner en marcha el plan acordado previamente para la reactivación económica del tejido comercial de los municipios integrados. Una formalización que, presumiblemente, se llevará a cabo en los próximos días.
Aunque no hubo sorpresas, la Asamblea telemática sí tuvo debate. Nuevamente el PP, a través de su portavoz, el concelleiro cangués Pío Millán, reprochó a la presidenta, Leticia Santos, que no se tuviese en cuenta la alegación presentada por su grupo a estos presupuestos y que fue rechazada al considerar que las aportaciones debían de haberse hecho durante el período de negociación del presupuesto y, además, y según indicó Santos, «las competencias en materia de empleo son de la Xunta». De hecho, la también regidora de Moaña, sugirió a los ediles populares que atendiendo a esta responsabilidad «soliciten también estas ayudas a la administración autonómica».
Este presupuesto, que llega después de cuatro años de cuentas prorrogadas, supone un balón de oxígeno importante dada la situación económica que vive la comarca provocada por la pandemia del Covid-19. Y es que, además de la creación de la plaza de gerente y de una técnica compostera, el fuerte se encuentra en la estrategia configurada en los últimos meses de la mano de Fecimo para ayudar al comercio, la hostelería y las pequeñas y medianas empresas de la comarca que se han visto fuertemente azotadas por la crisis.
Este plan incluye un paquete de cursos de formación, que ya están en marcha, para combatir la brecha digital existente en el sector comercial y empresarial y también la creación de un market place que les permita tener presencia en Internet para complementar sus ventas on line, y en caso de un nuevo cierre decretado por las instituciones, puedan seguir trabajando a través de Internet. A esto se unirá una campaña de sensibilización y visibilización del pequeño y mediano comercio para fomentar las compras en los establecimientos locales como arma para luchar contra los grandes almacenes.