Cartel instalado por la madre en la Casa da Mocidade de Moaña.

Dante es un niño moañés de apenas cinco años que desde hace una semana le cuesta coger el sueño. Le falta su particular peluche de pulpo que desde que se lo regaló su padre, fallecido hace un año por una enfermedad, le acompaña por el día, pero especialmente a la hora de irse a la cama. El pasado lunes, como era habitual, se lo llevó al campamento de verano al que asistía en la Casa da Mocidade y desde entonces ya no lo ha vuelvo a ver. Su madre, Ángela Vázquez, asegura que no es la primera vez que se olvidaba pero siempre se lo guardaban en un armario. También lo hicieron ese día, pero “por la tarde alguien decidió llevárselo sin pensar en lo que significa para alguien tan pequeño como Dante, es su peluche favorito y, además, con el valor sentimental que tiene”, cuenta su progenitora, que se ha propuesto recuperarlo como sea. “Tengo que dormir con él porque lo echa de menos”, reconoce.

Al comprobar que la persona que decidió abrir ese armario el pasado lunes para llevárselo no lo ha devuelto, ha instalado un cartel de grandes dimensiones en la Casa da Mocidade para informar de lo importante que es este pulpito para su pequeño Dante. En un llamativo color naranja, Ángela hace un llamamiento a “quien se lo llevó” y le pide “por favor” que lo devuelva al lugar donde lo dejó o que llame al 671357270.

El peluche, al que cariñosamente se refería Dante como ‘Pulpi’, es de color azul “bastante grande” con pajarita también en azulón y el interior de los tentáculos en color blanco.

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