A la espera de someterse a la PCR el próximo martes, los compañeros que han estado en contacto con él hasta 24 horas antes de sentir los síntomas, tienen miedo por sus familias
Tiene 52 años y lleva 20 de profesión. Es técnico conductor del 061 de la base de Cangas y desde el miércoles lleva aislado en su casa por síntomas compatibles con el Covid-19, afortunadamente de carácter leve. «Desde ese día por la noche tuve fiebre, tos y malestar, en ese momento me puse en cuarentena y llamé a mi médico de cabecera, me explicó cómo tenía que hacer y me dio un tratamiento», dice este profesional del servicio de emergencias que, tras 50 días de crisis sanitaria, ha trabajado sin descanso desde el día uno en primera línea sin que desde la empresa le diesen la posibilidad de someterse al test. Ni a él ni a sus compañeros de la comarca de O Morrazo. «Ésto ya se veía venir y lo que más me preocupa es que he podido estar contagiando a mucha gente, tanto a mis compañeros como también a muchas personas a las que hemos atendido en los servicios. Estuve de guardia hasta 24 horas antes de tener síntomas», explica.
Su nombre no estaba en la lista de trabajadores «sospechosos» que hizo la empresa a finales de la semana pasada por, supuestamente, haber utilizado las mascarillas defectuosas enviadas por el Gobierno central. Y es que resulta «imposible», asegura este profesional, saber quién lo hizo porque éstas protecciones llegaron a granel y era inviable saber cuáles eran las de Madrid y cuáles las de aquí. «Yo creo que yo no las utilicé pero no puedo confirmarlo cien por cien», apostilla. El próximo martes a las 9:00 horas tiene cita para someterse a la PCR, la prueba que dirá si esos síntomas corresponden al Covid-19 o si se trata de una gripe común. Considera «una vergüenza y muy triste que después de 50 días que a los técnicos de ambulancias no nos hayan hecho alguna prueba, tenemos miedo por nuestras familias porque cuando trabajamos vamos protegidos pero en casa somos como cualquiera y podemos contagiarlos sin saberlo» por eso dice sentirse «maltratado y poco valorado».
La empresa se va de puente y actuará el lunes
A la preocupación de nuevos contagios de la plantilla se suma la falta de actuación de la empresa para atajar la situación. Desde la Federación de Transportes de la Cig aseguran que Ambulancias do Atlántico, tras ser comunicada el pasado jueves de los síntomas de este técnicos de Cangas, no ha puesto en marcha ningún protocolo «con la excusa de que era puente» y les ha emplazado a esperar al próximo lunes. Esto implica que la base de Cangas en la que trabajan diariamente compañeros de este técnico no se ha limpiado ni se limpiará durante el fin de semana, sus compañeros siguen cumpliendo con los turnos como si nada hubiese ocurrido a pesar de haber estado en contacto directo con él hasta horas antes de comenzar a sentir el malestar. Y, lo peor, sin saber si finalmente se someterán a la prueba que la empresa y la Fundación prometieron que harían desde el lunes pasado y de la que nada saben una semana después.
Denuncian desde la agrupación sindicalista que existe un trato «racista y clasista» puesto que a los médicos del 061 en el área sanitaria de Pontevedra sí se les sometió a la prueba mientras que a los técnicos, que comparten ambulancia con ellos, se la negaron. «No tiene sentido y es ridículo que dos de los cuatro tripulantes de una ambulancia medicalizada sí hayan hecho el test y dos no», critican los representantes de estos trabajadores que en la base de Cangas han extremado todas las precauciones «dentro de lo que pueden hacer cuando el turno es de 24 horas y están compartiendo instalaciones».
Desde la Cig quieren poner en valor la «profesionalidad» y la «implicación» de estos trabajadores sanitarios que lejos de pensar en dejar de trabajar ante esta situación, como podría ocurrir en cualquier otro empleo, «siguen cada día atendiendo a todos los servicios y poniendo todo el esfuerzo en cada uno de ellos».