Casualidad, una hora antes del apagón en España la asociación Moaña Solar y el Concello de Moaña mantuvieron una reunión con la Diputación para buscar asesoramiento técnico
De una forma casi premonitoria, aunque totalmente casual, la Asociación de Usuarios de Energía Solar ‘Moaña Solar’ y el Concello mantuvieron el pasado lunes, justo una hora antes de que España se quedase sin suministro eléctrico casi en su totalidad, una reunión con la Oficina Técnica de Transformación Comunitaria de la Diputación de Pontevedra para avanzar en su intención de crear la primera comunidad energética local. Una idea que ya nació en 2020 y en la que se ha ido trabajando hasta el punto de que a día de hoy aglutina a 300 afiliados. Siempre arropados por el Concello, el siguiente paso es que la administración local pase a ser socio de pleno derecho de la entidad y para ello solicitaron el asesoramiento técnico de la Diputación. Este departamento se comprometió a facilitarles en un plazo de 15 días un informe técnico jurídico que permita esta incorporación. Una vez sorteado este requisito burocrático, será el Concello de Moaña quien interceda con la Xunta para conseguir la cesión del tejado del CEIP Seara, situado en el centro del municipio, para colocar la primera instalación de placas fotovoltaicas de esta comunidad energética.
“En Moaña sabemos mucho de traídas de agua y esto sería una iniciativa vecinal igual pero de la luz”, describe el presidente de la asociación, José Antonio Pena, quien defiende que “se trata de una alternativa a las multinacionales energéticas y al sector privado”. “Estamos hablando del kit de supervivencia y nos olvidamos de que en él debería de haber un espacio dedicado a la energía, es tan necesario como acumular alimentos en casa”, advierte.
Sin embargo, es consciente de que para alcanzar ese objetivo se precisa ir paso a paso. “Somos el embrión porque una comunidad energética empieza por lo más sencillo, las instalaciones fotovoltaicas, antes de pasar a las baterías para que no se pierda ni un solo kilovatio y de estudiar la viabilidad de la minieólica en tercer lugar”, relata Pena para pasar a explicar que estos minieólicos son eólicos del tamaño de una farola que puede instalarse en un vivienda particular o aglutinarse. “Ni el partido más radical se opone a la minieólica porque no son nada invasivos”, avanza, “mediante los cuales se podría abastecer a una vivienda o a una comunidad”. “Moaña es un lugar propicio para esta minieólica”, apostilla.
La última piedra de esta comunidad sería el sistema de bombeos mediante el sistema de baterías gigantes para el almacenamiento de agua en desniveles de unos 100 metros. Esto todavía queda lejos, ahora “lo importante es empezar la casa por los cimientos” que son las placas fotovoltaicas. Que España quedara en negro este lunes ha puesto todavía más de manifiesto la necesidad de estas islas para garantizar el suministro sin depender de las grandes. “Estamos notando más interés”, concluye.