Moitas das depuradoras non ten un axeitado funcionamento.

Llevan más de veinte años soportando los fuertes olores y los ruidos que provoca la depuradora de Cangas, en la zona de Areamilla y Punta Balea, y en los últimos tiempos la situación se ha vuelto “insostenible”, afirma José Manuel Pintos, uno de la decena de vecinos afectados por la EDAR cuya vivienda es de las más próximas a las piscinas. Denuncia que esta instalación solo funcionó correctamente el primer año cuando la empresa que le construyó, Espina y Delfín, se encargaba de su mantenimiento en garantía. “Después, con cada empresa que pasaba era peor y ahora es insoportable”, afirma, pero sin resignarse a lograr revertir la situación. “No quiero morirme sin dejar esto solucionado”, afirma.

Lo ha puesto en conocimiento del Concello en innumerables ocasiones a través de registro, con todos los gobiernos locales que han pasado por el Concello cangués, pero “todos lo han ignorado”. «Tan solo el PP colocó una tela verde, dice, para evitar que desde sus ventanas pudieran ver la basura en el interior.

No está dispuesto a marcharse de su casa, porque esta ya estaba cuando se construyó la EDAR, y, además, está convencido Pintos de que lo que se requiere para una correcta convivencia es “que la empresa lleve el mantenimiento como debe” porque “es vergonzoso”. Ha solicitado al Concello una nueva medición sonométrica cuyos resultados está a la espera de recibir próximamente. Reclama al Concello unas mamparas que palíen los ruidos. “Hasta ahora no han querido”, afea.

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