Dos días llevan los agentes de la Policía Local, del Seprona de la Guardia Civil y los voluntarios de Protección Civil de Moaña tratando de evitar que los caballos salvajes caminen a sus anchas por la PO-313, la carretera que une Moaña con Marín, con el peligro que eso supone para los conductores.
Han estado a punto de ocasionar varios accidentes y las llamadas alertando son constantes. Aunque los consigue conducir al monte, vuelven a invadir la calzada poco después. Ya ha sido identificado algún propietario, que será sancionado con toda probabilidad.