San Martín sin frío no convence a las familias que mantienen la tradicion porque no garantiza la correcta conservación de la carne
‘A todo cerdo le llega su San Martiño’ es un refrán de esos que están pasando a quedarse antiguos. Incluso habrá jóvenes que no le encuentren significado. Y es que cada vez es más difícil en O Morrazo encontrar familias que aprovechan la fecha de ayer, festiva en municipios como Moaña y Bueu, para hacer la matanza del cerdo. Si esta costumbre de convivencia vecinal y familiar para llenar de víveres la despensa de cara al invierno está en serio riesgo de desaparición, rebuscando todavía encontramos a algunos que se niegan a perderla, pese a interpretar y adaptar muy mucho el calendario y su santoral.
El 11 de noviembre, San Martiño, es la fecha que marca la tradición para el comienzo de la matanza. Los más tempraneros preferían aprovechar el puente festivo para poder incluir la mercancía en sus cenas navideñas, pero este año no lo han tenido fácil. Para garantizar la correcta curación de los embutidos los expertos aconsejan unas condiciones meteorológicas específicas que no se han dado. El frío no ha llegado y esto retrasa la celebración de la matanza, previsiblemente semanas.
De hecho, si volvemos a recurrir al refranero popular, en O Morrazo también se dice “por San Andrés, mata tu res, flaca o gorda o como esté”. Precisamente el barrio de Pinténs, en la parroquia canguesa de Aldán, es más de comenzar diciembre con las manos en la carne que de hacerlo en noviembre. En Vilaboa ya avanzan que se acogerán a la prórroga que incluye el proverbio: “a cada lechón le llega su San Antón”, que es el 17 de enero. Pero no porque el cerdo esté bajo de peso, como era lo habitual antaño, sino porque en los últimos años el frío se resiste a llegar y los matadores profesionales no recomiendan manipular la carne con estas temperaturas.