Uno de los socavones de la carretera, hundida en un lateral.

La PO-315, la carretera autonómica que conecta Bueu con Cangas, se une a su paso por la parroquia canguesa de Aldán. A la altura del Bosque Encantado son evidentes diversos socavones, algunos ya con agujeros abiertos en el asfalto y desnivel de la calzada. Los vecinos de Aldán y colectivos como Augas Limpas han alertado al gobierno local de este problema, que según reconoce la alcaldesa, Araceli Gestido, está directamente relacionado con el estado de las tuberías del sistema de saneamiento. Algo que no solo ocurre en Aldán sino “en varios puntos del municipio”, reconoce Gestido.

Esta situación, desvela la alcaldesa, está vinculada con la auditoría técnica que se va a llevar a cabo desde el Concello con una subvención autonómica a través de Augas de Galicia para analizar con detalle el estado de la red y determinar las inversiones necesarias para acometer una actuación integral.

“Estamos a falar dunha intervención de millóns de euros, polo que o Concello necesita contar coa colaboración de Augas de Galicia e doutras administracións superiores, especialmente da Xunta”, reclama mientras confía en “actuar o antes posible xa que somos moi conscientes de que estes problemas están a afectar o día a día de moitas persoas e requiren solucións urxentes”.

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