La barandilla de inox instalada en la calle Fomento.

Vecinos del casco vello de Cangas llevan un año quejándose por la instalación de una barandilla en un lateral de unas escaleras de una vivienda de la calle Fomento, en pleno corazón urbano, que, aseguran, se colocó sin licencia municipal en 2024 y que tiene consecuencias para los residentes del entorno. Desde entonces, los usuarios afectados llevan batallando para tratar de que su propietario, un particular que tendría la vivienda en alquiler, proceda a retirarla o, de no lograrlo, lo haga el Concello, pero ni una vía ni la otra ha dado resultado pese a que el gobierno local se comprometió a ello en aquel momento.

La casa está situada a mitad de la calle Fomento, en un punto “crítico” de la por su estrechez, hasta el punto de que la colocación de este cierre de inox impide el acceso para la atención de personas discapacitadas o, mismo, la atención a los residentes en caso de emergencia porque resulta imposible el paso de una ambulancia, un coche de bomberos o cualquier otro servicio de emergencia.

Ante la inacción del tripartito, los vecinos pidieron ayuda al PP, que llevará este tema al próximo pleno del viernes.  

Mediante una moción, el principal partido de la oposición insta al gobierno local a que abra un expediente de disciplina urbanístico por la instalación de este cierre y proceda a su retirada. En caso en de que no lo haga de forma voluntaria, piden que sea el propio Concello quien lo haga de oficio y traslade los costes de este trabajo a la propiedad.

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