El gobierno local de Cangas pedirá autorización de urgencia a la Jefatura Provincial de Costas para reparar lo más grave de una de las naves de Ojea, asegurar la zona y, de esta manera, abrir los vecinos el tramo del paseo de Rodeira que permanece cerrado por el mal estado de las instalaciones industriales. Unas obras que el Concello tendrá que asumir con fondos propios pese a que no son de su propiedad. La intención del tripartito en la reunión que mantuvo ayer por la mañana en Pontevedra con el responsable provincial era que Costas se encargase de sufragar estos trabajos, pero una vez más trasladó, como ya lo hizo en el gobierno anterior, su negativa e indicó que cualquier arreglo debe ser costeado por el consistorio. Eso sí, garantizó el permiso.
La concelleira de Obras y Servicios, Sagrario Martínez, que acudió a la reunión de tres horas con el edil de Urbanismo, Antón Iglesias, y la alcaldesa, Araceli Gestido, asegura que “no tenemos opción” y que “haremos un esfuerzo económico para pagarlo”. Por el momento no tiene una estimación económica de cuánto costará la reparación pero sí que “nos interesa hacerlo porque no podemos dejar el paseo como está».
SIN CONCESIÓN
Mientras tanto, sigue pendiente avanzar en cumplir el acuerdo plenario del pasado abril por unanimidad para solicitar la concesión de la nave de Córdoba, aunque sin renunciar al resto. Por el momento no se ha dado ningún paso pero a principios del mes de noviembre Martínez se compromete a convocar a la oposición para que “aporten ideas” para elaborar el proyecto sobre el que pedir esta concesión. “Vamos a intentar empezar de cero, pero no vamos a estar cerrados a nada”, manifestó en relación a recuperar la idea que César Portela planteó en 2012 con Xosé Enrique Sotelo como alcalde.