Mientras la orquesta hacía bailar a los asistentes a las Fiestas de Samertolameu, cuando pasaba media hora de la media noche un furtivo recogía almejas en la playa de Meira aprovechando el ruido y a pocos metros de la celebración. Pero no pudo lograr su objetivo.
El guardapesca de la Cofradía y la Guardia Civil lo cazaron en plena recogida y ya con ocho kilos y cien gramos encima.
Se trata de un vecino de esta parroquia con antecedentes por el mismo delito pero que, aunque reconocen que es algo “escurridizo” cuando actúa, en esta ocasión no logró safarse de las fuerzs de seguridad y tras ser identificado por los agentes de la Guardia Civil se enfrenta a una multa importante cuya cuantía determinará la Xunta.
Tras incautarle toda la mercancía, fue pesada en las instalaciones de la Cofradía con el patrón presente y posteriormente volverá a ser utilizada nuevamente para plantar.