Cuando se produce un paro cardiaco, por cada minuto que transcurre se reducen las probabilidades de supervivencia del 7%- 10%, por lo que es vital actuar antes de los 3-4 minutos. Por un coste equivalente al de un ordenador portátil y con mínima formación, se pueden salvar muchas vidas. La Federación Española de Municipios y Provincias se refiere a los desfibriladores, pero como cualquier máquina su correcto funcionamiento depende del mantenimiento que tengan y de dónde se encuentren instalados. Este es el problema de Cangas. El Concello cuenta con un total de 15 desfibriladores, lo que ocurre es que solo dos están mapeados en el registro del Sergas y el resto no están disponibles por diferentes motivos.
El desfibrilador que porta la Policía Local en su vehículo oficial y el que utiliza Protección Civil son los únicos que aparecen registrados en la base del datos sanitaria. Seis están guardados en un cajón de la base de Protección Civil y solo se sacan en verano para las playas y los otros tres o no están señalizados o tienen alguna deficiencia que va desde baterías caducadas hasta piezas defectuosas. A esto se suma la falta de señalización y en todos los casos (de los 15 solo lo cumple el de PC) no cuentan con la protección adecuada para su conservación. Por lo que ante una emergencia, en Cangas solo se dispone actualmente de dos desfibriladores activos. El resto están inutilizados, empaquetados hasta que llegue la época de verano o se desconoce su ubicación por parte del servicio sanitario. Llama la atención que esto ocurra mientras que Moaña, con menor población, tiene 6 registrados en el mapa del 061.