El primer equipo tiene que desplazarse a los campos de Moaña y Bueu ante el mal estado del césped de su estadio y el riesgo de lesiones
No suele ser habitual en un acto oficial y casi institucional, pero a veces ocurre y este viernes pasó de una forma totalmente inesperada. Los dos representantes del gobierno de Cangas presentes en el acto de presentación de los equipos del Alondras C.F. y de la nueva temporada, la alcaldesa, Araceli Gestido, y el concelleiro de Deportes, Eugenio González, tuvieron que enfrentarse a los abucheos de la grada por el mal estado del césped del campo. Fueron las palabras del capitán, Abel Martínez, las que levantaron a los tres centenares de asistentes agradeciendo a los gobiernos de Moaña y Bueu que abran las puertas al equipo cangués para poder entrenar en sus tapices de O Casal y A Graña, respectivamente, ante la imposibilidad de poder hacerlo con seguridad para los jugadores en casa por el riesgo de lesiones a causa del mal estado del césped. Reprochó al gobierno local haber incumplido la promesa que hizo hace un año en este mismo acto en el que se comprometió a tener cambiado el suelo para este día. “Es como el cemento”, manifestó, lo que levantó los pitidos cómplices de los presentes en apoyo al club.
Su presidente, Rafael Outeiral, avalaba ayer las palabras de su capitán y reconocía el malestar de los jugadores por el incumplimiento del ejecutivo local. Considera que, aunque los tiempos en la administración son lentos, el Concello ya contaba con el proyecto elaborado por la Federación Galega y solo tenía que elaborar las bases para licitar las obras. “Estos pasos se están dilatando demasiado y lógicamente la gente se va desesperando, especialmente los jugadores que lo sufren directamente”, reconocía a Atlántico para añadir que “se podría hacer más para agilizar un poquito los plazos”, pensando en los inconvenientes que va a traer tener que hacer el cambio en plena competición. «Es un trastorno grande», expresó Outeiral.