La madrugada de este jueves un vehículo impactó contra un equino que caminaba por la PO-313, la que más alertas registra
La presencia de caballos salvajes invadiendo la calzada de la PO-313 es un problema cada vez más frecuente para los conductores de O Morrazo. Y la madrugada de este jueves se ha constatado, aunque afortunadamente sin daños personales de importancia. Un vehículo ha impactado contra un equino que deambulaba por este vial que conecta las localidades de Marín y Moaña. El siniestro se produjo dentro del término municipal de este último municipio quince minutos antes de las seis de la madrugada. El coche sufrió daños de importancia como consecuencia del impacto con el animal, según informa la Policía Local. Era perfectamente visible la huella del caballo en el hundimiento de la chapa y la luna, aunque con tan buena suerte que no atravesó el cristal y afectó a los ocupantes. Desafortunadamente el equino si que tuvo que ser sacrificado como consecuencia de las graves heridas que sufría.
Las fuerzas de seguridad como Policía Local y Guardia Civil ya están acostumbradas a recibir un aluvión de llamadas de conductores alertando de equinos en la calzada. Solo en el Concello de Moaña atendieron una media de 100 llamadas al año en 2024 y este 2025 ya han contabilizado 90. Lo positivo hasta el momento es que pese al alto número de avisos, el número de indicentes de tráfico como el ocurrido este jueves es mínimo y en prácticamente en todos los casos de carácter leve.
El verano de este 2025 fue especialmente difícil para la Policía Local de Moaña y los voluntarios de Protección Civil de la localidad. En julio los equinos los mantuvieron en vilo día y noche, donde se veían obligados a desplazarse a diferentes puntos del vial por la presencia de varios caballos, a reconducirlos al monte y a tratar de localizar a sus propietarios. En ocasiones, sin éxito. También se vieron obligados a vigilar los accesos a la autovía del Morrazo ante las graves consecuencias que eso tendría para los conductores.
SANCIONES
A lo largo de este 2025 la Policía Local solo logró imponer dos sanciones a propietarios de estos animales. Los agentes que acuden a las alertas se encuentran ante dos dificultades, la falta de medios y que al acercarse a ellos huyen sin posibilidad de leerle el microchip que identifica su origen. El que ocasionó el accidente de ayer sí contaba con chip.

