Otros tres marineros de la comarca habrían fallecido en una colisión en Namibia, hecho que no ha podido ser confirmado oficialmente
La comarca de O Morrazo y, particularmente el sector del mar, despertaron ayer consternados por la muerte hace dos días de un tripulante del barco “Helena Ndume”, vecino de la parroquia de Cela, en Bueu, tras una caída por las escaleras, informaron a Atlántico fuentes próximas a la armadora Vaqueiro, cuando el buque se dirigía al Ártico para comenzar con la faena, que arrancaría hoy. Sin embargo, y pese a la dolorosa noticia, otro suceso mantuvo a la comarca en vilo durante toda la jornada de hoy.
A primera hora de la mañana se hacía público el fallecimiento de otros tres marineros que también se disponían a trabajar en un barco dedicado a la merluza negra, en este caso en Namibia. El presidente de los Armadores de Vigo (ARVI), Javier Touza, dio como válida la versión del siniestro después de hacer gestiones con el país africano para interesarse por lo ocurrido y ponerse a disposición de las familias en los trámites necesarios para su repatriación. El propio Touza manifestó a este periódico que las víctimas, que habrían perdido la vida en un accidente de tráfico cuando se dirigían en taxi desde el aeropuerto de la capital, Windhoek Hosea Kutako, hasta Walvis Bay, formarían parte de la tripulación de un barco de capital extranjero, aunque no precisó el país, descartando así que fuese una armadora gallega la titular del buque en el que debían embarcar los tres fallecidos para trabajar en la merluza negra. Además, sobre las víctimas manifestó que se trataba de tres marineros “experimentados”.
Cabe recordar que el de Namibia es un caladero que acoge a las principales operadoras españolas de pesca y, por lo tanto, resulta muy frecuente que vecinos de O Morrazo se encuentren embarcados en alguno de sus buques. Por este motivo, resultaba probable que un suceso de estas características pudiese haber ocurrido. Si bien es cierto, al cierre de esta edición, la información que trascendía sobre el suceso, lejos de aclararse, continuaba siendo confusa y, en ocasiones, contradictoria. Desde el Gobierno de España no se produjo una confirmación de os hechos, pero tampoco un desmentido.
Si bien fue imposible certificar el fallecimiento, tampoco se pudo concretar de qué municipio de la comarca son los fallecidos ni sus identidades. Inicialmente trascendió que dos eran vecinos de Aldán, en Cangas, y el tercero de Bueu. Hubo momentos que también se dio por hecho que alguno de ellos residía en Marín. Lo único cierto es que en el sector local desconocía totalmente la noticia. El patrón mayor de Bueu, José Manuel Rosas, mostraba sus sospechas de que pudiese tratarse de un “bulo”. Por su parte, su homólogo de Aldán, Juan Manuel Gregorio, también expresaba su sorpresa y reconocía no tener información alguna.
LOS ALCALDES, EN VILO
El interés por conocer la verdad de lo ocurrido también caló en los alcaldes. La de Cangas, Araceli Gestido, trató de verificar si alguno de los fallecidos era vecino de su municipio, como había trascendido, pero no lo logró. Tanto es así que a última hora del día reconocía que la situación era “moi rara” y que cogía fuerza la posibilidad de que realmente podría tratarse de una noticia “falsa”. Lo mismo la regidora de Marín y de Bueu.
