La ministra, que visitó el Puesto de Mando instalado en Riomaior, pudo saludar a la UME y conversar con el alcalde, César Poza
El incendio forestal de Vilaboa continúa activo, según el último parte oficial de la Xunta, aunque afortunadamente está estabilizado y ya no hay ningún riesgo de que llegue a viviendas como sí ocurrió la primera noche. Por este motivo a primera hora de la mañana de ayer se desactivó la situación 2 que se había decretado casi desde su inicio. Aunque focos que se reactivan dentro del perímetro, la pronta actuación de los efectivos desplegados impide que se extienda. El fuego se inició en una parcela de la parroquia de Vilar este jueves, minutos antes de la cinco de la tarde.
Con motivo de la visita de la ministra de Defensa, Margarita Robles, a la Base General Morillo, ubicada en el mismo municipio, para conocer de primera mano la participación de la unidad en la operación ‘Centinela Gallego’, la responsable de las Fuerzas Armadas españolas aprovechó para desplazarse hasta el Puesto de Mando instalado en la explanada de Riomaior, junto a la Casa da Cultura de Vilaboa. Aquí tuvo la oportunidad de saludar a los soldados de la Unidad Militar de Emergencias (UME) desplazados hasta el lugar desde la madrugada del viernes y cuya misión es la vigilancia del monte y disuasión a los posibles incendiarios.
En declaraciones a los medios, Robles se ha comprometido a que la UME permanecerá en Galicia “el tiempo que sea necesario”, no solo cuando se hayan extinguido los incendios, sino que, de alguna manera, “podamos respirar un poco más tranquilos”. En definitiva, hasta que la “normalidad” vuelva a Galicia, le trasladó a la conselleira de Medio Rural, María José Gómez.
También tuvo la ministra de Defensa la posibilidad de mantener una conversación con el alcalde de Vilaboa, César Poza, al pie del cañón desde que se conoció la alerta hace ya casi tres días. El regidor trasladó su agradecimiento al Gobierno central por permitir por la presencia de la UME en el incendio de Vilaboa, un trabajo el de sus efectivos que calificó de “encomiable”. Como anécdota, Poza trasladó a Robles la inyección de energía que supone observar la “el ánimo y el espíritu» de estos profesionales que, después de tanto esfuerzo a sus espaldas y varias horas de viaje, llegaron a Vilaboa con “alegría”. «Eso reconforta a cualquiera”, expresó. La superficie quemada supera las 60 hectáreas. El de Oia está controlado, tras arrasar otras 60 hectáreas.