La Guardia Civil estuvo ayer en algunas de las viviendas afectadas.

Los cacos habrían accedido a las viviendas situadas en los barrios de Calvar, Verdeal y San Benito entre las 21:30 y las 00:30 horas

En Domaio hay miedo. Los vecinos se fueron enterando a lo largo del fin de semana de que los ladrones habían entrado en tres viviendas de la parroquia y en la mañana de ayer ese número iba aumentando en la zona de O Calvar, Verdeal y San Benito. En la mayoría lo consiguieron y lo intentaron pero fueron sorprendidos por sus moradores. En todos los casos lo hicieron en una franja horaria temprana, entre las 21:30 y las 00:30 horas del viernes y el sábado, aprovechando que se celebraban las fiestas patronales de la Virxe do Carme. La casa de Carmen Otero, de 63 años, fue una de las que quisieron y no pudieron porque no contaban con que ella se estuviera dentro. El reloj de su cocina marcaba las 23:30 horas cuando un ruido la despertó del primer sueño. Vive sola y se percató de que estaban intentando forzar la ventana del baño que hay justo al lado de su habitación. También escuchó el timbre, que debieron de tocar por “error” al querer encender la luz para poder maniobrar mejor. La primera reacción de Carmen fue encender la luz del jardín y eso espantó a los cacos que pretendía acceder al interior de su casa.

Una de las ventanas forzadas.

Al menos eso fue lo que hicieron en las demás que sí lograron asaltar. En la vivienda de los vecinos de Carmen los ladrones se tomaron la libertad de coger de la nevera dos cervezas, que no llegaron a abrir porque «debieron de escuchar entrar en el garaje el coche de los dueños», traslada esta afectada. Por ese motivo se cree que son dos los autores de esta oleada de robos. La siguiente casa, a apenas unos metros de estas dos, pertenece a Manuel Otero. Él se enteró ayer por la mañana cuando regresó tras pasar el fin de semana en el domicilio que poseen en un barrio cercano. También encontró que todas sus pertenencias estaban alborotadas a su llegada, aunque no parece que se llevaran nada. «Buscan dinero y joyas», afirmaba este vecino que hoy tiene previsto presentar denuncia ante la Guardia Civil.

Quien ya lo ha hecho ya sido otra de las afectadas, que se encontró con la desagradable sorpresa el sábado a las 00:45 horas cuando regresó a su casa. Prefiere no revelar su identidad, «fue un gran susto». En este caso los ladrones sí que se hicieron con su objetivo, se llevaron dinero y joyas de sus padres, que residen en la planta alta de la casa. «Abrimos la puerta de entrada al garaje y ya nos encontramos abiertas puertas que nunca lo están, incluidas la de la nevera y la de la despensa, y cuando subimos a la casa vimos todo revuelto, sacaron ropa, tiraron todo al suelo y se llevaron una cajita de caudales de mi hija y relojes», explicaba a Atlántico. Accedieron forzando la ventana de la habitación infantil. Desde ahí lograron entrar en el piso de sus progenitores, donde también abrieron ventanas y puertas «como vía de escape». Pero no tranquilos con su hallazgo, se ocultaron tras la piscina para cribar lo que más le interesaba antes de huir hacia su próximo objetivo.

También trascendió a lo largo de la mañana de ayer el posible robo o acceso a otra vivienda situada en el entorno del regato da Freixa, frente a la capela de San Benito. Los propietarios se habrían percatado al intentar acceder a la casa y encontrar las puertas bloqueadas.

SIN RASTRO

El vecindario de Calvar y de Verdeal mostraba su sorpresa al enterarse de los hechos, Nadie vio ni escuchó nada, por eso se cree que hicieron la ‘ruta’ a pie y que podrían tener el vehículo en otro punto. La Guardia Civil se ha hecho cargo de la investigación para tratar de dar con los autores. Tanto el sábado como también ayer acudieron a las viviendas afectadas para recoger huellas que ayuden a esclarecer los casos.

La Policía Local ha decidido aumentar la vigilancia por esta zona de Moaña todos los días de la semana.

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