Moaña envió a lo largo de 2024 un total de 7.000 notificaciones a propietarios de fincas que se encontraban sin limpiar ni desbrozar, incumpliendo así la normativa municipal que le obliga a ello para seguridad de los vecinos. Con los correspondientes costes de envío que eso supone para las arcas públicas y el trabajo administrativo previo que requiere a los técnicos municipales. 

“No se puede continuar diciendo que el Concello no hace nada, el Concello actúa pero hay que dejar claro que no tenemos los medios suficientes como para limpiar las propiedades a los vecinos que tienen la obligación de hacerlo”, asevera la alcaldesa, Leticia Santos, tras l as última protesta de los vecinos de la Baixada á Ramil para exigir que se limpie el monte privado anexo a sus viviendas ante el riesgo de incendio.

De estas 7.000 comunicaciones, muchas de ellas tuvieron su efecto positivo y fueron limpiadas, pero otras no corrieron tan buena suerte. Hubo casos en los que fue imposible localizar a la propiedad. «El Catastro no está tan actualizado.

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