El talud que se vino abajo con las últimas lluvias del mes de noviembre frente a la empresa Frigoríficos del Morrazo, en la calle Arrecife de Cangas, sigue precintado y con riesgo extremo de volver a caer amenazando a las viviendas unifamiliares que están justo debajo. Pese a que el Concello dio un plazo de cinco días a los propietarios para asegurarlo y arreglarlo, finalmente nadie ha intervenido en él y los vecinos temen que las lluvias de los próximos días puedan afectar nuevamente al desnivel y que se desprendan nuevos cascotes.
Desde el Concello se notificó electrónicamente a los implicados pero se estaba realizando una segunda comunicación en papel para asegurarse de que tanto los dueños del terreno superior como de las viviendas de la parte de abajo recibían la misiva. De no hacerse cargo de su contención, será el Concello quien tendrá que hacerlo y, posteriormente, repercutirle el gasto a los responsables. Así lo admitió el edil de Urbanismo, Antón Iglesias, quien reconoció que el desembolso que requiere la actuación es muy importante.
En este momento el precipicio donde se había construido un mirador a la ría y a todo el entorno de la antigua fábrica de Massó continúa precintado a falta de que alguien tome medidas.