Estos vecinos en Moaña reclaman desde 1971 las medidas de seguridad pactadas en el vial de la parte trasera de Rodman
Exactamente 53 años es lo que llevan los vecinos de Meira esperando que se cumpla el pacto que en 1971 firmaron con el gobierno local de aquella época preconstitucional con el propietario del antiguo astillero Ascón, posteriormente Grupo Rodman, a través de un acuerdo plenario. Según la asociación de vecinos de esta parroquia moañesa, NovaMeira, se aprobó en este pacto “el cambio de un camino público que atravesaba por el interior de la factoría en la parte trasera de las instalaciones” para que los vecinos no atravesasen el complejo industrial y lo hiciesen al otro lado del muro. Esto, con el compromiso de la empresa de “mantener el alumbrando, limpieza y conservación del nuevo camino”. Pero, lamentan, “la empresa Rodman sigue sin cumplir ese mantenimiento y limpieza”.
Pero más allá de esta conservación, lo que más preocupa a los usuarios, no solo de esta parroquia sino de todo Moaña, es la seguridad. Es demasiado habitual encontrar vehículos atrapados en la cuneta, totalmente cubierta por la maleza e imposible de intuir por los conductores, que tienen que arreglárselas como pueden para sortear los vehículos que circulan en sentido contrario porque este vial es de doble dirección pese a su estrechez y su pronunciada curva en uno de los extremos. A esto se suma otro peligro, el de los desprendimientos. Cada invierno, con las lluvias y temporales, caen árboles y piedras de gran tamaño del lateral carente de muro de sujeción y de sistema alguno de contención. Son conscientes de que cualquier día puede haber una desgracia y que después será tarde para lamentarse, por eso, ante la inacción del astillero reclaman al Concello que sea él quien acometa estas actuaciones y después “reclame judicialmente los gastos a la empresa”. “Los vecinos no pueden estar desde el año 1971 sin que el Concello haga nada al respecto», censuran.