Aunque la demanda ya lleva sobre la mesa un año, el ‘lío’ con las comparsas ocurrido durante el último Entroido por la gestión de las barras en la carpa municipal ha hecho que la Asociación de Hosteleros de Moaña exija con más contundencia al Concello que elabore una ordenanza para regular su explotación en los eventos que se celebren en lugares públicos. Critican el intrusismo en un sector que no pasa por un buen momento para reivindicar la “necesidad” de que sean los hosteleros locales, pertenezcan o no a la asociación, quienes se encarguen de dar este servicio. “No es lógico que cualquiera ponga una barra, al igual que tampoco se le encarga una obra”, expuso el tesorero del colectivo, Pablo Piñeiro, quien quiso dejar claro que esta reclamación “no es solo beneficiará a los socios” sino para cualquier establecimiento de Moaña que cuente con los permisos reglamentarios para hacerlo. Un ejemplo podría ser el que se utiliza en las Fiestas del Cristo de Cangas con la colocación de jaimas en las naves de Ojea para que los hosteleros locales puedan trabajarlas individualmente. Entienden que las asociaciones culturales tengan que financiarse pero lamentan que esto “siempre tenga que recaer sobre el sector de la hostelería”. “Y si las administraciones tienen que subvencionarlas entenderemos que lo hagan”, precisó. Ahora están pendientes de una reunión con la concellería de Promoción Económica que dirige Coral Ríos para empezar a darle forma a esta normativa a la que esperan también se sumen las comisiones de fiestas.
ACTIVIDADES
Ya tienen preparado un calendario de actividades que desarrollarán a lo largo de este año 2024. La primera será entre los meses de mayo y junio y será la Tapa Primavera pero tras ella trabajan en otros eventos de los que todavía prefieren no dar muchos datos aunque apuntan lugares y colaboraciones. Planean un ciclo de conciertos en el barrio de O Rosal durante los meses de verano para dinamizar la zona y mantienen conversas con la Asociación de Comerciantes de Moaña (ACIMO) para ir en conjunto en la organización de un programa de navidad atractivo que aproveche el tirón de las luces de Vigo pero ofreciéndo a los visitantes algo diferente que les anime a cruzar la ría no solo para dormir sino para consumir también aquí. Y para despedir 2024 ya piensan en la celebración, conscientes de que tienen que darle una vuelta para afrontar la gran afluencia de asistentes del año pasado en el alto de la Plaza de Abastos.